¿Recuerdas el sonido de nuestras risas fucionarse con el infinito cielo?
¿No?, yo si; es como si hubiese sido un sueño, de los más dulces.
Pero, de repente desperte y logre visualizar la realidad.
Ya no nos merecemos, somos tan diferentes que la amargura se hace cada día más grande.
Somos tan diferentes que ya no podemos gozar de la mirada del otro.
Cuando eramos felices, bastaba con un hola
para que temblaran nuestras rodillas,
y con un roce dee cuerpos para desmayarnos.
Lo recuerdo tan bien.
Un día lluvioso en el que estabamos bajo el msimo paraguas,
y de repente, viaje al instante en el que de verdad me enoje con tu presencia.
Duro, amargo, infantil, pero doloroso.
No recuerdo día más penoso que ese, pues fue cuando comence a dudar.
¿Nos amamos de verdad?
¿Nos queremos de verdad?
¿Queremos estar juntos?
Tantas preguntas hacen que dude cada vez más y más.
y sin darme cuenta, me hayo escribiendo este triste poema.
escondida bajo una cortina de lagrimas.
Luego tu recuerdo regresa a mi y si te fijas bien podrás ver la sonrisa de lo que fue ayer.
viernes, 15 de agosto de 2008
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